Qué es la Web de las Cosas: WoT vs IoT

por JoseV


Publicado 08/10/2019


Qué es la Web de las Cosas: WoT vs IoT

La próxima gran revolución de Internet es la de las cosas, la IoT. Nos decían que para el año 2020 habría más de 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet. Sea el número que sea impone, ¿no?. Pero lo que impresiona es que alcanzar el rango del billón de dispositivos estaría solo unos pocos años más allá. Aunque para que se produzca una revolución real, para que desliegue todo el potencial que encierra esta nueva web, los dispositivos tendrán que hablar un mismo idioma y comunicarse utilizando canales y protocolos comunes. Y eso es lo que viene a resolver la Web de las cosas, WoT

Internet está cambiando constantemente y cuando la Red cambia el mundo también lo hace. Es una lección que hemos aprendido sobre todo durante las dos últimas décadas, y que empezó a mostrar su potencial en los primeros 90.

Desde una web que estaba orientada principalmente a los datos, Internet evolucionó a una más amable, una red para las personas. En este tiempo los cambios han sido notables. La sociedad, la forma en que nos comunicamos, cómo nos ofrecen sus servicios las empresas, cómo se derriban modelos previos y crean nuevos paradigmas para facilitar el intercambio de información, nos han llevado de la web 2.0 a la revolución móvil, y de ésta a la de las redes sociales en menos de quince años.

Pero el cambio en la forma de comunicarse no es algo que afecte solo a las instituciones humanas y los individuos, la última revolución concierne también a los dispositivos, a las cosas. El previsible impacto futuro-al integrarse con el Big Data y la AI, para gestionar el inmenso volumen de datos que se producen-, traerá una explosión de nuevos métodos, negocios y productos. Y recuerda que en esto de Internet el principal producto somos los humanos.

La Internet of Things, internet de las cosas (IoT), y la Web of Things, web de las cosas (WoT), son dos piezas fundamentales para entender este segmento de la economía digital, y cómo se desarrollarán las "cosas" en este nuevo escenario.

¿Qué es la IoT?

Kevin Ashton mencionó por primera vez la IoT en 1999, en una presentación para Procter & Gamble. En ese mismo año, Bill Joy definió las Seis webs en el Foro de Davos. Llamó D2D a una de ellas, una Internet de sensores, en la que los sistema urbanos serían los protagonistas.

En un magnífico artículo Dominique Guinard, describía así la IoT: La Interntet of Things es un sistema de dispositivos físicos que pueden ser descubiertos, monitorizados, controlados o manejados por dispositivos electrónicos que se comunican a través de una red, y que eventualmente podrían conectarse a Internet.

Aunque he adaptado algo la traducción, para que tenga sentido para la mayoría, me extenderé un poco más. La IoT es básicamente una red de dispositivos. Si bien hay muchos tipos de redes, y en algunos casos tendrán sentido algunas específicas que puedan ser accesibles solo para las propias necesidades de una organización, en los términos de este artículo nos interesa la IoT que se construye alrededor de Internet.

Por tanto tenemos dispositivos que se comunican a través de Internet. ¿Con quién? Pues más bien con qué. Aunque los dispositivos obviamente pueden intercambiar información con personas, el destinatario de la información habitualmente es otro objeto tecnológico: un dispositivo, un servidor... 

¿Y por qué es así? Básicamente porque no nos interesa saber cada minuto la presión arterial o el pulso, que temperatura hace en casa o que nos recuerden constantemente que hay que comprar algo para la nevera. ¿Te imaginas que decenas o cientos de dispositivos te estuvieran bombardeando constantemente con información tan poco relevante? Sería insufrible y muy poco práctico.

Por eso los dispositivos envían esa información a otros sistemas que serán los encargados de hacer algo con esa información: subir o bajar la temperatura, añadir algo a la lista de la compra de nuestro supermercado favorito, o acumular los datos de salud, para actuar en el caso de que algo se salga de lo habitual.

Por tanto la IoT es una gigantesca red en la que algunos dispositivos se comunican entre sí. El problema es que lo hacen cada uno de una manera y utilizando sistemas incompatibles, lo que sería tan ineficiente, como poco práctico. Utilizar una app para comunicarte con tu smartwatch, otra para controlar los dispositivos domóticos y otra para que la nevera o el lavavajillas se comuniquen con el fabricante correspondiente, o el supermercado para encargar algo puede mejorarse. Y aquí es cuando entra en escena la WoT.

¿Qué es la WoT?

Si la IoT es una red de dispositivos, la Web of Things es una capa por encima de la infraestructura de comunicaciones que permite a los dispositivos utilizar medios de comunicación y lenguajes comunes. Los medios de comunicación serían los protocolos más básicos, como el HTTP, y los lenguajes podrían ser también algo tan básico como HTML o formas estandarizadas de intercambiar información, como JSON.

A cada una de estas cosas se le llama una Web Thing, una Cosa Web. Me cuesta decirlo en español, pero intentaré hacerlo. En cualquier caso si lees Web Thing, ya sabes de que estamos hablando.

Una Cosa Web es la capa de comunicación, pero puede ser también el propio dispositivo. Un sensor puede incorporar una cierta inteligencia, adquiere información, la procesa y la devuelve, pero para comunicarse con el exterior, para interactuar y ser interactuado lo hace a través de la capa de comunicación. A todos los efectos para el mundo fuera del dispositivo, el dispositivo es la Cosa Web.

¿Los humanos somos algo más que nuestros cerebros? Para nosotros mismos no mucho más, proporcionalmente hablando, aunque estamos plagados de sensores y dispositivos que nos permiten interaccionar con el mundo exterior. Sin embargo, para otros somos bastante más que nuestros cerebros. Nuestro cererbro sería el dispositivo de la IoT y nuestro cuerpo y forma de interaccionar, sería la WoT.

En resumen, podríamos pensar en la IoT como esos dispositivos inteligentes que hacen cosas, algo, de forma desatendida, y en WoT como una capa de arquitectura Web que facilita el intercambio de información entre dispositivos y sistemas, las Cosas Web. Pero en realidad no hay una sola capa, más bien son cuatro y además la capa de arquitectura también podría tener "inteligencia", como en un humano.

En su libro Building de Web of Things, Guinard y Trifa, definen cuatro capas: Acceso, búsqueda, compartir y componer. Otros autores hablan de la capa de arquitectura y la de servicio, con lo que probablemente la definición de Guinard y Trifa tenga más sentido.

En arás de hacerlo más comprensible podríamos enumerarlas así:

  • Acceso
  • Descubrimiento
  • Comunicación
  • Creación

Veamos cada una en detalle.

La capa de acceso
Si queremos que una Internet Thing se convierta en una Web Thing necesitamos que sea accesible y que a su vez pueda interactuar con otros dispositivos. Esta es la capa de acceso. El protocolo HTTPS (Hypertext Transfer Protocol Secure) y las APIs, son los actores principales de esta capa. 

Las APIs permiten la interacción desde y con otros sistemas. Y se comunican utilizando el protocolo HTTPS, principalmente.

La capa de descubrimiento
Discovery es un término que se utiliza mucho en la web moderna y que describe mejor el propósito que Find, buscar. En este mismo sentido los dispositivos que se comunican en la WoT deben hacerlo de forma entendible y esto es lo que permite la capa de descubrimiento.

Las Cosas Web serían esencialmente una API que puede ser descubierta, entendida, por otras WoT, servicios, sistemas o elementos del mundo real, como los propios seres humanos.

Imaginemos que tienes que comunicarte con el sistema que vigila tu pulso en tu reloj inteligente. Habitualmente lo harás a través de un interfaz en el propio reloj, que puede ser parte del sistema operativo o una app. Estos sistemas externos, estarían comunicándose con la API del sistema que controla el pulso, estarían comunicándose con una Cosa Web, incluso dentro del mismo dispositivo, haciendo uso de las diferentes capas del sistema, y especialmente de las de acceso y descubrimiento.

La capa de comunicación
Como tu reloj es inteligente, tiene la capacidad de comunicarse con otros dispositivos y ser consultado por diferentes sistemas. La capa de descubrimiento es la que permite realizar esta labor, pero para que tu reloj intercambie datos de una forma inteligible y segura con otros dispositivos, necesitamos una capa de comunicación.

En esta capa la Cosa Web utilizará los protocolos que permiten enviar y recibir información a través de Internet, además de forma segura si fuera preciso. Para lograrlo utilizará protocolos como TLS (Transport Layer Security) u otros.

La capa de creación
Finalmente, para que se produzca la comunicación dentro de la WoT, entre esta y otras WoT o los sistemas, y al mismo tiempo con los humanos, serán necesarias diferentes tipos de apicaciones e interfaces para interactuar con ellas por los medios necesarios. Esta es la capa de creación.

Estamos hablando de actores y dispositivos muy diferentes, que pueden usar diferentes protocolos y formatos de información. Toda esa información incompatible y modos heterogéneos deben encapsularse en aplicaciones que faciliten la interacción.

En esta capa estarían los frameworks o librerías que permiten crear las aplicaciones para interactuar con la Web Thing.

La inteligencia de la IoT y la WoT

¿Somos solo nuestra inteligencia consciente? Obviamente no, somos bastante más, ¿no crees? Una enorme parte del trabajo que hace nuestro cerebro se lo debemos agradecer a la parte no consciente. Es la que controla nuestras manos y nos permite ir tomando pedazos de la ensalada, mientras hablamos o leemos al mismo tiempo. No tenemos que concentrarnos en la labor de nuestras manos, ni en la de la boca, ni por supuesto en cómo todo el aparato digestivo se encarga de descomponer los alimentos y distribuir cada elemento a su lugar correspondiente. 

Pues si bien en la IoT puede haber inteligencia "consciente", no solo una labor automática de captura de información, en la WoT, también puede haber inteligencia que realice tareas más específicas con la información que ya ha depurado el dispositivo. Podrían ser como dos cerebros dentro de un mismo organismo, o mejor, que cada uno de ellos realice una determinada labor. No hay ninguna regla sobre cuál tiene que ser más inteligente o especializado, aunque probablemente tenderemos a poner más inteligencia en la Cosa Web.

El futuro¿Wisdom Web of Things?

El rápido desarrollo de la IoT y la WoT, con innumerables aplicaciones que ya existen, y la avalancha que se prevé, plantea importantes retos para que la comunicación entre las personas con los dispositivos y sistemas se realice de la forma más eficiente y segura posible. Y para que esto pueda llevarse a cabo se está creando una segunda generación de la WoT, se trata de la Wiswom Web of Things (W2T).

En Research Challenges and Perspectives on Wisdom Web of Things, Ning Zhong et al. describen la W2T como un sistema que se inspiraría en el ciclo material del mundo físico. Para estos autores la W2T se enfocaría así en el ciclo de la información.

Este ciclo de la información iría...

  • de las cosas a los datos
  • de estos a la información
  • pasando por el conocimiento y la inteligencia
  • para acabar en los servicios
  • llegando así hasta los humanos 
  • y de nuevo de vuelta a las cosas 

En los próximos años veremos concretarse nuevos frameworks y protocolos, probablemente adaptados de alguno de los servicios Restful existentes. Javascript se anticipa como la piedra angular de la WoT. La semántica, las antologías, los sistemas de indexación y búsqueda, serán esenciales para el aprovechamiento por sistemas automatizados, que no tienen una inteligencia notable, o no todavía.

Por tanto, parece que estamos ante propuestas esencialmente prácticas, de cómo realizar una simbiosis con sentido. Una simbiosis lo más armoniosa posible, para construir una WoT tan operativa para las cosas y los sistemas, como para los humanos.


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